Dana Martin, un criminal preso en la cárcel, tenía un plan para matar a Justin con la ayuda de un compañero de prisión y su sobrino que estaba en libertad.
Martin estaba obsesionado con Justin, tenía un tatuaje suyo en la pierna y quería secuestrarlo tras el concierto que dio Justin hace unas semanas en el Madison Square Garden de Nueva York.
Por suerte Martin cambió de idea en el último momento e informó del plan a la policía. Gracias a este aviso la policía pudo parar el plan y detener a los tres criminales que se encuentran bajo custodia policial.
Justin no ha sufrido ningún daño y Scotter Braun ha dejado bien claro trabajan muy duro para proteger en todo momento a Justin y a sus fans:
“Tomamos todas las precauciones para proteger y garantizar la seguridad de Justin y sus fans”.
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